lunes, 31 de marzo de 2008

La violencia en los estadios de Colombia


Lo acontecido en el Estadio Pascual Guerrero, el pasado clásico, es una demostración que seguimos al lado de una bomba de tiempo y si no tomamos drásticas y serias medidas, un día nos encontraremos ante una situación ya incontrolable y con muertos a bordo. No podemos quedarnos pensando que el correctivo es la sanción de la Dimayor a la plaza de Cali.
Las medidas deberán ser más firmes y contundentes y sin posiciones blandengues y ambiguas ante la evidencia demencial de la violencia.En las últimas horas he conversado con varios líderes de Barón rojo y ellos están desconcertados e impotentes ante la manera descontrolada con el que han actuado algunos miembros de la barra, pero este no es un mal exclusivo de una masa de hinchas; delincuentes vestidos con la camiseta de un equipo se han infiltrado en dichas barras y han convertido algunas tribunas en un territorio en el que se venden alucinógenos, licor y hasta se trafica con armas blancas.

concientizar


Mientras todos los clubes de Latinoámerica, no definan la relación de sus barras con el club, los límites, las necesidades, los deberes y los derechos, la modernización de la actividad no estará completa, no será posible. Por más que se haya avanzado hacia las Sociedades Anónimas, por más que se hayan abierto los clubes a la bolsa dejando atrás esa ridícula y falsa escenografía que hablaba de 'instituciones sin fines de lucro' (cuando en realidad al fútbol profesional, como industria, sólo lo mueve el lucro desde hace varias décadas), por más que hayan cambiado los protagonistas, que sean otras las voces y otros los ámbitos, por más que la profesionalización haya mutado desde la urgencia a la habitualidad, por más que mejore la infraestructura y cambien los estadios, incluso por encima del potencial upgrade en términos de resultados al que nos podría llevar Mareclo Bielsa, mientras no se cierre y defina el rol de las barras, para qué están, hasta dónde pueden llegar, qué tan lejos o tan cerca los quieren los nuevos dirigentes, mientras eso no está claro, el fútbol no levantará cabeza ni dejará de ser mirado con distancia y resquemor.

Opiniones

Opiniones a hichas que acuden cada 15 dias al estadio acerca de la violencia en la barras bravas:

1)Vándalos, pandilleros desalmados, contaminados por el odio y el desprecio, infiltrados entre las barras y grupos de animación, están dominando los estadios a fuerza de violencia desplazando y alejando de los escenarios a los auténticos aficionados al fútbol.
2)El balompié es el deporte de más influencia que atrae a las grandes masas, pero desgraciadamente, al seguidor, simpatizante o aficionado, este deporte no lo invita al autocontrol.
Por como está concebido, no es el deporte en sí, ni quienes lo practican, lo que induce al fanático a la violencia. El fútbol, inexplicablemente, es el deporte en el que el público resulta ser más susceptible al cambio radical de su estado de ánimo en función al desarrollo del partido y al resultado.
3)En segundos el “aficionado”, deformado en fanático, cambia drásticamente su estado de ánimo y su carácter: alegría, tristeza, impotencia, frustración, coraje, se va tornando agresivo y el cúmulo de reacciones adversas e inclusive positivas, provocan la histeria estallando la violencia.
Desdichadamente estas reacciones del individuo no son casos aislados, tampoco en lo individual. Se registran en grupos, entre la multitud que asiste a espectáculos deportivos y las pasiones se desbordan con más facilidad en el fútbol soccer.

4)La violencia es más común en muchos de los estadios de fútbol soccer en el mundo, donde imperan las barras bravas, donde los fanáticos generalmente con sus arengas, le dan el toque de la agresividad verbal hacia el equipo rival, hacia los fans contrarios desatándose el duelo de la palabra al hecho, suscitándose batallas campales con resultados en muchos casos trágicos.



domingo, 30 de marzo de 2008

Trifulca en Argentina




Nuevamente dos facciones antagónicas se trenzaron en plena tribuna local de Vélez, donde River jugó de local al estar ocupado el Monumental con el Quilmes Rock.La Banda del Oeste, que no tiene acceso al Monumental, intentó hacer pata ancha en Vélez, adonde llegó temprano y se quedó por unos minutos en la parte central de la tribuna.Pero al llegar la Banda de Gonzalo, que se adueñó del liderazgo en Los Borrachos del Tablón, tras el supuesto paso al costado que dio Adrián Rousseau tras el homicidio de Gonzalo Acro, se produjo la trifulca.La batalla se llevó acabo en la tribuna, y los del Oeste quedaron atrapados la zona superior rodeados por quienes responde a los líderes actuales de la barra.
Un herido grave es el hombre que muestran las cámaras de televisión en la tribuna, con remera negra y que tiene dificultades para respirar. Ese hombre tenía otorragia, respiraba con músculos auxiliares, se lo trasladó al hospital Vélez Sarsfield, fue intubado y luego fue llevado al Fernández para someterlo a una tomografía computada para determinar si tiene fractura de cráneo.

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jueves, 27 de marzo de 2008

problemas que generan violencia en los estadios


Cuando se habla de violencia en los estadios hablan del futbol en general, pero ese no el problema, Al contrario!!! El fútbol es una víctima.En la Argentina las barras bravas son un negocio gigantesco, que maneja la venta de entradas, el tráfico de merca, de armas, las "protecciones" estilo Chicago de los años duros y hasta tienen porcentajes fijos en los pases de los jugadores. Aunque parezca increíble, esto no es una exageración, ojala lo fuera. La barra brava de River tiene el 10 % de los pases de 7 juveniles que están en el plantel de primera, la de Boca e Independiente también funcionan así, y cobran porcentajes de las ventas a Europa.Sin embargo, y aquí está el nudo del problema, los "capos" de las barras no son gente DEL fútbol! Son matones al servicio de DIRIGENTES POLÍTICOS: INTENDENTES (alcaldes) FUNDAMENTALMENTE, que cumplen servicios en los actos políticos y en las tareas "duras" de campaña electoral de senadores, gobernadores y por supuesto que presidentes. También son grupos de choque de los burócratas sindicales, para quienes trabajan rompiendo huelgas y hostigando a los dirigentes honestos que asoman sus cabezas entre los delegados de base.Por eso es que nadie los toca, porque sus JEFES no están en los clubes. Nadie dice esto, salvo honrosas excepciones, porque por supuesto que la prensa es servil a este sistema de corrupciones y negociados.A esta gente no le interesa el fútbol, pero no hay que confundirse Las barras son empleados de los dirigentes, no es al revés; Los mafiosos son los dirigentes. Sólo hay que abrir los ojos y darse cuenta. "El Abuelo" fue el mítico jefe de la "12", la barra de Boca que hasta creo una Fundación para blanquear ingresos. Parecía que era intocable, hasta que ya no sirvió más, le bajaron el pulgar y terminó desbancado, preso y muerto en prisión.Así terminan todas las barras. En algún momento están allá arriba pero la caída en desgracia es impiadosa.

lunes, 24 de marzo de 2008

Bomba de tiempo





Los arbitros han conducido a la viloencia, cada vez es más y la intolerancia en los estadios es mayor; hecho que va en detrimento del espectáculo del fútbol y fundamentalmente de la integridad de las personas que asisten. Gente inadaptada, inculta, inhumana y resentida, vándalos sin valores ni ley, se camuflan como hinchas de un equipo y atacan a mansalva a cualquiera: policías, fanáticos del mismo equipo y de quipos contrarios; mujeres y hasta niños.

Por un buen torneo, donde pueda vivirse el fútbol sin violencia, debemos exigir decisiones de fondo en tema arbitral y, de igual forma, solicitar también medidas de parte de las autoridades y de los administradores del fútbol que garanticen a la gente de bien la asistencia a los estadios.

jueves, 20 de marzo de 2008

Historia de la Barra Baron Rojo







El 21 de diciembre de 1997, cuando América le gana al Bucaramanga 2-0 y alcanza la novena estrella de su historia, fue el día en el que nació Barón Rojo. Esa tarde, mientras un pequeño grupo de 40 fanáticos, en la tribuna Norte, dominados por la euforia, bailaban alrededor de un trapo que se consumía por el fuego, los otros 40.749, entre lágrimas y abrazos, celebraban el triunfo del equipo de Luis el chiqui García, en el Pascual. Lo que quemaban era la bandera de La Torcida, una barra roja que murió para transformarse en otra, muy al estilo de las argentinas. Por la cercanía entre el fútbol y el rock, los integrantes tomaron el nombre del grupo español que precisamente ese año, de gira en el país, se presenta en Cali. lleguen (al estadio) y ese fue el unico requisito que los fundadores, Harold del Muerto y ruso, le pidieron a hinchas como Felipe Garcés, entonces un estudiante de la Universidad del Valle, que atraído por los cantos y su pasión americana, paso a integrar la barra desde el 99. esto se va a formar, vamos a crecer, esto es un ejército, aquí nació la nueva raza del hincha. Con esta frase ruso recibía a los fanáticos que, además de su amor por el equipo, llegaban seducidos tras una campaña que escogió un soldado de la SS Nazi y un brazalete, del tipo de la Alemania de Adolfo Hitler, como sus máximos símbolos. Para crecer como barra se aplica el modelo de las iglesias cristianas cada uno gane uno. Sin importar que les tocara o no pagar esa otra entrada, al domingo siguiente, ya no fueron 20 sino 40, luego pasaron a 80 y así a 160... Como parte de la campaña también comenzaron a editar sus publicaciones. Primero fue Volumen Brutal, fanzine que costaba 500 pesos.

domingo, 2 de marzo de 2008

Agresiones entre mismos hinchas


La agresión la protagonizaron hinchas de la misma barra, durante un partido entre Santa Fe y América de Cali. La medida cobija a los jóvenes Julio Alberto Triviño y Augusto Eduardo Bonilla, este último conocido con el alias de "Barbie" en la llamada "Guardia Albirroja Sur", quienes fueron acusados de agredir con arma blanca a Jeison Ruiz y Kevin Gómez.